Muerte, no me
asustas.
me harás un gran
favor
cuando llames a mi
puerta.
Entonces… comenzará
lo mejor.
Eres llave derrotada
que abrirá mi
eternidad
cuando llegue al mar
de gloria.
Entonces… comenzará lo
mejor.
Tu aguijón ya fue
quitado,
absorbido por
victoria.
Cuando cruce las
murallas de perlas,
entonces… comenzará lo
mejor.
Ahora mi visión es
borrosa.
Hay muchas
injusticias y me duele el adiós.
Pero cuando venga lo
perfecto,
entonces… comenzará
lo mejor.
Como la tierra que sufre,
estoy limitado.
Gemimos juntos por la
libertad.
Cuando reciba mis
alas nuevas,
entonces… comenzará lo
mejor.
Muerte, no me
asustas.
Me acercarás muy
pronto a Cristo.
Cuando llames a mi
puerta,
entonces… comenzará lo
mejor.
Lidia L. de Masalyka
Argentina
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